27.7.06

¿TANTA AGITACIÓN PARA ESTO?

El bendito gobierno,Dios guarde su cerebro, tras desencadenar seis meses de agitación a costa de la "Memoria Histórica", o sea, del recuerdo emocionado, sentimental y falso de la II República, se pone a recular. A lo mejor da por alcanzados sus objetivos de republicano de camarín o de dibujos animados, a lo mejor cree que ya ha conseguido que la gente olvide el pacto con ETA aceptando las condiciones de la ETA; a lo mejor ha hecho cuentas y ha comprobado que con tanta mentira a la vez favorecía el voto a Rajoy, que no es chicha ni limoná; y a lo peor es que ha llegado a algún tipo de acuerdo con el raro liberalismo que manda sobre las derechas de carril.

No se sabe ni se sabe si falta hace. El caso es que ya no se llama Ley de la Memoria Histórica y que Zapatero y la Vicepresidente se sacan una idea nueva: que el Valle de los Caídos es en conmemoración de todos los muertos de la guerra del 36. Rara perspicacia. Ya se dijo al empezar la obra pero, como fueron palabras de Franco, se conoce que no se lo creyeron hasta ahora mismo que, de repente, se lo creen: El Valle de los Caídos es para los caídos. Acabáramos.

¿Pero se puede creer en las palabras de los que tanto y tan bien mienten? Porque la variación de esa bendita ley indica que, sin imponer por parte del gobierno, se pueden quitar los símbolos y, de mantenerse, deben llevar el contra símbolo: O sea, en una Estatua Equestre de Franco, una carita de Largo Caballero, Azaña o Negrín. O, al menos, un emblema de la Sociedad de amigos del noble bruto. Y a la inversa: bajo la estatua de Indalecio Prieto, su contrasímbolo, que tanto puede ser el Sagrado Corazón de Jesús, afusilado mientras era él ministro de la Guerra o la imagen del yate Vita, cuyo famoso episodino nada tiene de socialismo popular sino de trinque a la desesperada.

No importa porque seguirán haciendo de mangas capirotes. El viejo socialismo, salvo el gusto por la pancarta, se ha disipado. Esfumado. Muerto. Estos se han quedado con el nombre pero no con la herencia de sus salvajadas. De momento. O sea, el socialismo se ha extinguido, como dice el raro Liberal Manuel Martín Ferrand: "En imitación de los ya extintos falangistas, que supieron confeccionarse un futuro nuevo con una camisa vieja, el líder de León nos atiborra con rabos de pasa para que no decaiga la memoria colectiva". Con lo que se demuestra lo mucho que ha decáido la memoria personal de Martín Ferrand y el hecho de que en españa nunca hubo verdaderos liberalistas. Ni siquiera en las Cortes de Cádiz. Sólo caponíferos como algunos que nos sabemos.

Trapisonda copia la noticia, la buenanueva roja y republicana sobre la ley de iconoclastas y descubrimiento de la función de Cuelgamueros. Así quedará constancia de si se llega a cumplir. Que no será así:

"El Gobierno respetará el Valle de los Caídos como un «lugar de culto» de la Iglesia Católica
GONZALO LÓPEZ ALBA. MADRID.(Abc)

A la concordia se llega por la igualdad de derechos, no por el ánimo revanchista; y a los poderes públicos corresponde garantizar aquélla, no revisar la Historia. Con esta filosofía de fondo, que justifica su renuncia a hablar de «memoria histórica», afronta el Ejecutivo la redacción final del anteproyecto de la «ley de extensión de derechos a los afectados por la Guerra Civil y la dictadura», que ayer aún ultimaban «mano a mano» el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, que ha coordinado la elaboración tanto de este texto como de los dos informes que lo acompañarán.

En el marco de la filosofía enunciada, que inspira todo el texto, ABC ha podido saber de fuentes conocedoras del mismo que el Gobierno respetará el Valle de los Caídos como «lugar de culto» de la Iglesia Católica, que considera el conjunto monumental ante todo un templo religioso. Aunque todo el recinto pertenece a Patrimonio Nacional, la Basílica -donde están enterrados Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera- es regida desde que adquirió esa condición, en 1960, por monjes benedictinos, que tienen una abadía dentro del recinto.

Enterrados de los dos bandos

Además, hay dos capillas donde están enterrados más de 30.000 militares de los dos bandos de la Guerra Civil. Atendiendo a esta realidad y a que en la construcción del complejo monumental participaron miles de presos republicanos, que de esta forma podían redimir sus condenas -aunque muchos murieron allí por la penosidad de los trabajos, que se prolongaron durante diecinueve años-, el Gobierno planteará la creación de un Memorial que refleje esos hechos objetivos para recuperar el espíritu inicial de que el Valle de los Caídos sirviera de homenaje a los muertos de los dos bandos en vez de ser el «lugar de peregrinaje» en que se convirtió para falangistas y franquistas.

El Gobierno, consciente de que las fuerzas a la izquierda del PSOE han convertido el uso del Valle de los Caídos en elemento central de controversia y de que, a la vez, es un asunto extremadamente «sensible» tanto para la Iglesia como para la derecha política, quiere evitar que esa polémica oscurezca la trascendencia de la regulación de derechos que propone y espera que, a partir de un planteamiento «suave», sea posible lograr el consenso durante la tramitación parlamentaria, que se barrunta larga y compleja, aún cuando el texto del anteproyecto de ley no llega a una veintena de artículos.
Símbolos, tumbas y pensiones

Con el mismo afán de que, como señaló el presidente del Gobierno el martes, «el recuerdo sea de unidad y concordia de los españoles», el texto dará cobertura legal -sin imponer obligación alguna- a los organismos públicos para retirar aquellos «símbolos que hagan exaltación de una parte», o bien, cuando sea factible, para que se «equilibren» con la incorporación de «símbolos de la otra parte», de modo que nadie se sienta menos representado o reflejado en el recordatorio histórico.

Asimismo, se reconocerá el derecho a recibir la ayuda necesaria de la Administración para averiguar el paradero de familiares desaparecidos o exhumar sus cadáveres, para recuperar documentos privados o para obtener alguna reparación «a título particular»-en función de cada caso-, siguiendo el criterio de que al Gobierno corresponde garantizar que los ciudadanos puedan ejercitar su derechos o tenerlos cuando no se han visto reconocidos.

En esta filosofía se enmarcan también las prestaciones de carácter económico -el anteproyecto irá acompañado de una memoria específica-, que están orientadas básicamente a la actualización de algunas pensiones o el reconocimiento de derechos por orfandad, ya que a lo largo del periodo democrático esas prestaciones ya se han visto reconocidas para aproximadamente medio millón de personas. La última medida de esta carácter fue aprobada precisamente a iniciativa de José Luis Rodríguez Zapatero, que, como diputado de la oposición, logró en la legislatura 1996-2000 que el Gobierno del PP le aceptara una enmienda por la que se incorporó en los Presupuestos del Estado una partida de 14.000 millones de pesetas para equiparar las pensiones de los militares de la República a las pensiones del resto de los profesionales de la milicia.

Reconocimiento de condena injusta

En cuanto a la pretensión de que que se anulen las condenas dictadas en juicios sumarísimos, se ha descartado entre otras razones porque, según fuentes gubernamentales, hay precedentes del Tribunal Constitucional que establecen que la causa juzgada no puede ser revocada. No obstante, no se descarta incluir alguna fórmula que permita el «reconocimiento a título particular» de que la condena fue injusta."