14.12.06

SINE DOLORE Y EL DOCTOR MOYA

El doctor Moya está al corriente de la humanidad doliente, de la soledad que supone el dolor de las personas, y que el dolor es también una enfermedad una vez que ha cumplido su misión de dar la señal de alarma. En tanto se cura una enfermedad el dolor continúa y a veces permanece aunque se elimine su causa conocida.

El dolor aparta de la vida en todas sus dimensiones: de la social, de la laboral, de la intelectual: el dolor se vuelve obsesivo y está presente en todos los ámbitos de la persona. Es insistente. Taimado. Se abre paso a través de las barreras que se le ponen y, además, trastorna, cambia el comportamiento y el carácter. Cambia la percepción del mundo.

El dolor, en suma, siendo alarma de la enfermedad, se convierte a menudo en origen de otras, causadas por la incapacitación, la incomunicación y la pérdida de la autoestima. Por eso la labor del doctor Moya, a través de su Clínica del Dolor y de su fundación, la Asociación Sine Dolore, alivia el dolor, permite descansar de él, relaja al paciente y permite una mayor calidad de vida, un regreso al optimismo y una más fácil curación de las enfermedades que lo provocan.

¿Aleluya, pues? Aleluya. Es preciso que desaparezca ese factor común de todas las enfermedades y que lleva mortificando al ser humano desde el inicio de los tiempos, cuando el mundo empezó a ser «este valle de lágrimas» que hoy la ciencia puede convertir en pradera de sonrisas.

He aquí un artículo del doctor sobre el aliado fundamental del dolor: nuestro cerebro, tan útil para tantas cosas y tan inútil, en ocasiones, para la felicidad.


Somatización: el problema está en la cabeza.

JORDI J. MOYA RIERA
Doctor en Medicina y Cirugía

También llamado Síndrome de Briquet o Histeria clásica, es una afección crónica en la cual hay numerosas dolencias físicas, que pueden durar años y ocasionar desajustes sustanciales. Los síntomas físicos son causados por problemas psicológicos y no se puede identificar ningún problema físico subyacente.

Este trastorno se caracteriza por un patrón de dolencias físicas múltiples que involucran cualquier sistema corporal y que persiste durante años. Las dolencias más frecuentes involucran dolor y problemas crónicos en el sistema digestivo, el sistema nervioso y el sistema reproductor. Este trastorno normalmente comienza antes de los 30 años y tiende a ser más frecuente en las mujeres que en los hombres. Si bien, las investigaciones recientes han mostrado mayores porcentajes de este trastorno en personas con síndrome del colon irritable y pacientes con dolor crónico.

El trastorno de somatización está altamente estigmatizado y, a menudo, los médicos desestimamos a los pacientes con el argumento de que el problema "está en sus cabezas". Sin embargo, a medida que los investigadores estudian las conexiones entre el cerebro, el sistema digestivo y el sistema hormonal, estos trastornos se comprenden mejor y no se deben ver como síntomas "simulados" que el paciente podría resolver si quisiera hacerlo.

Los síntomas son tan severos que interfieren con el trabajo y con las relaciones interpersonales y llevan a la persona a ver a un médico e inclusive a tomar medicamentos. Por lo general, hay antecedentes de toda una vida de "enfermedad". Sin embargo, a pesar de una investigación completa, nunca se identifica una causa física subyacente específica como la responsable de los síntomas. Los síntomas a menudo empeoran con el estrés.

Las personas con trastorno de somatización se quejan de muchas enfermedades físicas que involucran diferentes partes del cuerpo. Un diagnóstico de trastorno de somatización requiere experimentar una variedad de síntomas (por lo menos tres) durante una cantidad considerable de tiempo (causando sufrimiento durante por lo menos dos años).

Los síntomas incluyen:

* Síntomas de dolor - Estos incluyen experiencia de dolor en cualquier parte del cuerpo incluyendo:

* Dolores de cabeza
* Dolor de espalda
* Dolor articular
* Dolor en el pecho
* Latidos cardíacos irregulares
* Dolor en los brazos en las piernas
* Dolor en la vagina o en el pene durante las relaciones sexuales
* Dolor durante la micción

Síntomas gastrointestinales - Estos incluyen cualquier problema, además del dolor, en el estómago o en los intestinos, incluyendo:

* Náusea
* Distensión
* Vómito
* Diarrea
Síntomas sexuales - Estos incluyen cualquier problema, además del dolor, en el sistema sexual o reproductivo, incluyendo:

* Incapacidad para sostener una erección (hombres)
* Períodos irregulares (mujeres)
* Sangrado menstrual excesivo (mujeres)

* Síntomas Neurológicos - Estos incluyen:

* Estar desequilibrado
* Parálisis
* Debilidad
* Problemas para deglutir
* Pérdida de la voz
* Incapacidad para controlar la necesidad de orinar
* Ilusiones o alucinaciones
* Pérdida del tacto
* Incapacidad de sentir dolor
* Amnesia (pérdida de la memoria)
* Ceguera temporal
* Sordera temporal
* Ataques

Las personas con trastorno de somatización pueden:

Quejarse acerca de estos síntomas de una manera muy dramática, incluso describir síntomas en términos muy vagos o poco claros

Visitar a más de un médico para obtener diagnóstico y tratamiento para los mismos síntomas

* Tener resultados de pruebas que no confirmen alguna enfermedad médica ni expliquen sus síntomas.

Es importante entender que una persona con trastorno de somatización no está reproduciendo intencionalmente estas quejas físicas.

Es importante tener en cuenta que muchos de estos síntomas también ocurren en otros trastornos psiquiátricos y médicos. Si se experimenta alguno de estos síntomas, es necesario hablar con el médico de confianza para descartar posibles causas antes de hacer un diagnóstico de trastorno de somatización. Así, se realizan un examen físico completo y exámenes diagnósticos para descartar causas físicas. El tipo de exámenes que se deben hacer depende de los síntomas presentes. También se debe hacer una evaluación psicológica para descartar trastornos relacionados.

Una vez que se han descartado otras causas y se diagnostica con certeza un trastorno de somatización, el objetivo del tratamiento es ayudar a la persona a aprender a controlar los síntomas. Usualmente, existe un trastorno subyacente del estado de ánimo que puede responder con tratamiento convencional, como los medicamentos antidepresivos. Desafortunadamente, las personas con este trastorno casi nunca admiten que éste puede ser causado, al menos en parte, por problemas de salud mental y generalmente rechazan el tratamiento farmacológico. Sin embargo, el aspecto más importante del tratamiento es una buena relación médico paciente. Deben mantenerse citas médicas regulares para revisar los síntomas y los mecanismos que está utilizando la persona para hacerles frente. Al paciente se le deben explicar los resultados normales de los exámenes pero no se recomienda decirle que sus síntomas son imaginarios. Con la comprensión actual de las interacciones complejas entre el cerebro y otras partes del cuerpo, los científicos reconocen que los síntomas físicos verdaderos pueden resultar del estrés psicológico.

Se puede contactar con Sine Dolore en:
http://www.sinedolore.org/index2.htm