8.1.06

LA ALEGRÍA DE LA EMANCIPACIÓN 8 de Enero

Noticia dialogada.

-No es por nada, pero las mujeres entienden la emancipación como trabajar a lo loco, casi contra el organismo, y llenar las profesiones y cargos de responsabilidad. Una hermandad sagrada. La que lo dice lleva un escote rectangular que enseña la mitad de cada una de las mandingas, y eso no es igualdad de oportunidades.

-¿Qué son las mandingas?

-Calla, tonto. Y además de tener que trabajar más para demostrar su valía profesional, llevan el sobrepeso del maquillaje, los ojos pintados, cejas depiladas, labios con sabores, collares, pendientes y el bolso. Es natural, pero temo que todo eso sea un hándicap para descollar. Porque muchas y muy preparadas mujeres van “al descuello”.

-Valen mucho.

-Pues eso: valen mucho y creo que son más listas, más eficientes, más observadoras. También más guapas, y ahí está el problema. Para ellas una teta es algo natural, que viene con el equipo, y que debe ser respetada. Pero no para el hombre, porque la teta capta la atención involuntaria. Al hombre le gustan las tetas en sí. Y lo otro en sí.

-¿También es natural, no?

-Pues eso, que el hombre entiende de forma distinta lo de la emancipación de la mujer. Cuanto más se emancipan –se dice- más se aparean. Efectos colaterales de la libertad y del poder adquisitivo. Hay datos sociológicos.

-¿Y no tienen derecho a aparearse cuando quieran?

-Todo él, claro que sí. Y eso es lo que quieren los hombres: que manden y que se apareen por amor a la libertad y a la emancipación. ¿O es que al hombre no le puede gustar que descuellen y den un uso funcional a sus hermosos órganos?

-Te llamarán machista por eso No te puedes confundir entre las emancipadas desinhibidas y las plastificadas de consumo.

-Para plástico, la foto. Es un ratón, pero el diseñador ha hecho una abstracción de la vulva. No le falta ni el piquito rojo de arriba. El botón, clítoris. Un coño de diseño destinado al hombre. Un eso emancipado, por supuesto.